sábado, 26 de octubre de 2013

Raúl Sichero: edificios Panamericano y Ciudadela


El siguiente trabajo fue preparado por la estudiante del 6to. MD1 del IAVA, Rosalía Escudero, quien nos ofreció una interesante charla en clase sobre el Arquitecto  Raúl Sichero. Gracias Rosalía por tu aporte al curso!

RENOVACIÓN EN LA ARQUITECTURA DEL SIGLO XX - URUGUAY
En los años 20, mientras en Europa se abría paso la Arquitectura Moderna, en las variantes como el racionalismo representado en la Bauhaus y en la propuesta de Le Corbusier, y el organicismo de Frank Lloyd Wright; en Montevideo se continuaba realizando arquitectura de cuño ecléctico, como por ejemplo el Palacio Legislativo. Pero desde principios de siglo ya se habían insinuado ideas renovadoras en la arquitectura nacional. Y en este marco se destaca el cambio arquitectónico que significó el edificio de la Aduana, proyectado por el arquitecto Jorge Herrán e inaugurado en 1934. Herrán había concebido su proyecto dentro de normas de arquitectura neoclásica, en busca de una cierta simplicidad y con el respeto debido por la simetría y por determinadas proporciones atenidas a principios rigurosos. Pero Herrán estaba a la corriente de que las cosas venían cambiando en la arquitectura del mundo. Limpió pues las formas del proyecto de toda decoración superflua, quedándose con el juego de las proporciones. El edificio es pulcro y sencillo, y constituye un paso serio en el sentido de una renovación arquitectónica.
La aparición de varios edificios renovadores en el lenguaje arquitectónico en Montevideo, coincidió también con la visita de Le Corbusier al Río de la Plata.

RAÚL SICHERO (1916, Rivera)
 Estudió hasta el segundo año de secundaria en Rivera, y luego se mudó a Montevideo a continuar sus estudios. En 1936 ingresa a la Facultad de Arquitectura, que contaba con aproximadamente 60 estudiantes, de los cuales sólo 4 habían ingresado ese año junto a él. Egresa en 1942.
Tuvo como profesores que caben destacar a Julio Vilamajó y a Horacio Terra Arocena, y, entre otros, a José Belloni, Bazurro, De los Campos y a Gómez Gavazzo.
En 1936 comienza a trabajar como dibujante en el estudio del arquitecto Horacio Terra Arocena.
Luego se vincula con la empresa constructora Francesche y Stratta, para quien empieza a proyectar en 1938 varias viviendas de estilo “clásico”; en  ésa época no solían contemplarse soluciones modernas, sin embargo, él siempre hacía dos proyectos, uno de ellos moderno, que era rechazado sistemáticamente por los propietarios.
Algunas obras y varios intentos de promociones de edificios de viviendas en propiedad horizontal, no tuvieron éxito, debido a que el sistema de propiedad limitado por planos horizontales no era comprendido por los propietarios de la época.
En 1951 empieza una serie de obras de importancia, la primera “La Goleta”, en la Rambla Pocitos. Entre 1951 y 1962 su estudio pasó por períodos de gran actividad: en un momento dado se trabajaba simultáneamente en 32 obras, con una superficie de más de 200.000m2.
En 1959 comienzan las obras del edificio Panamericano, que finalizan en 1962. Al mismo tiempo se construyó el edificio Ciudadela y el de la Asociación Cristina de Jóvenes.
Luego proyecta y dirige en Punta del Este residencias y edificios. Entre ellos el Pez Espada, Delfín, Tiburón I, Tiburón II y Portofino.
En la exposición del Quinto Congreso Panamericano de Arquitectura en 1940, obtuvo la medalla de plata y diploma de honor.
Participó en un total de 22 concursos, en los cuales obtuvo seis premios y seis menciones.
Sus edificios descollaron por poseer plantas claras, simples y funcionales; estructuras sin complicaciones que abarataban la construcción y una estética muy atrayente, inspiradas en la labor de Le Corbusier, Vilamajó, Frank Lloyd Wright, entre otros. 

SENCILLEZ Y PROPORCIÓN
“Sencillez y proporción, eso es todo”, es lo que suele responder Sichero cuando se le muestra admiración por su arquitectura. La sencillez es una cualidad fundamental para él: no debe entenderse como un modo de asumir una virtud moral, próxima a la humanidad y a la modestia, sino como una noción sintética de orden.
La idea de proporción se refiere, a la “disposición o correspondencia debida de las partes de una cosa con el todo, o entre cosas relacionadas entre sí”, eso es, a la finalidad que estructura las partes de una obra entre sí y con el conjunto y, en un sentido amplio, a los distintos artefactos que constituyen un universo formal. La proporción es pues garantía del orden y prueba de la consistencia formal de una construcción arquitectónica. Si la sencillez tiene que ver con el sentido de la actitud, la proporción afirma la formalidad de la consistencia intrínseca de la obra.
En la sencillez y la proporción se condensan los atributos de economía, precisión, rigor y universalidad, que Le Corbusier proponía en “Apres le Cubisme” (1918) como los principios fundamentales del arte nuevo.

EXTRACTO DE UNA CONVERSACIÓN CON DIEGO LÓPEZ DE HARO Y PABLO FRONTINI, 2001
Obras que más le han influido:
“La VilleGarches y el Pabellón Suizo de la ciudad universitaria de París de Le Corbusier; la casa del Desierto, la casa de la cascada y la VilleSavoye de Frank Lloyd Wright; la Facultad de Ingeniería y la casa de Vilamajó.”
Lo que debe tener un edificio para considerarse valioso:
“Tener un planteamiento que resuelva correctamente las necesidades que contempla el programa. Proporción, escala, estructura clara y manifiesta, utilización de materiales que resalten las virtudes del proyecto, y fundamentalmente no buscar notoriedad a través de soluciones caprichosas y arbitrarias.”

ENTREVISTA POR JULIO C. GAETA Y EDUARDO FOLLE – ABRIL 1996
VIDRIO EN LA CIUDAD
“La elección o utilización de la piel de vidrio es una consecuencia de sus condiciones: transparencia, reflexión, templado, color. La piel de vidrio confiere a los volúmenes una sensación de ligereza, una de las características del lenguaje de la arquitectura denominada International Style.
Lo fundamental de los edificios con pieles vidriadas más que el aspecto exterior es el aspecto interior. Es muy distinto estar dentro de un edificio vidriado; la gente se siente muy cómoda. Así el vidrio permite esa sensación de libertad, pero no de falta de seguridad. Para mí esas son las razones importantes, las razones internas. El edificio surge más bien de la superficie mirada desde el interior, se crea por necesidad interior, por efecto interior.”

EDIFICIO PANAMERICANO
Ubicado frente a la Rambla Armenia, entre el barrio Pocitos y el Puerto del Buceo.
La obra comenzó en 1959 y finalizó en 1962.
Este edificio se destaca por la forma de sus apoyos en V de doble altura y por su fachada, sobre todo porque en la época no existía en el Uruguay una industria de fachadas de vidrio.
Pero por efecto de la situación económica y otros factores, la construcción del Edificio Panamericano no llegó a concluirse de la manera como fue proyectado por el arquitecto Raúl Sichero, sufrió algunas variaciones y sólo se concluyó parte del proyecto original.
Sería un conjunto de 10 bloques de apartamentos, completamente independientes entre sí. Se realizaría un amplio garaje para más de 300 automóviles con amplios accesos, con dos calles internas y lugares definitivos para cada coche, dotados de estación de servicio. En planta baja el nivel de la rambla salones de recepción de té, bar, confitería, sala de proyecciones, gimnasio, otras. Además, contaba con una construcción pequeña hacia el puerto del buceo que fue el estudio del arquitecto proyectista durante muchos años. De este proyecto solo se construyó la mitad del edificio, cinco bloques.
El municipio tardó año y medio en aprobar el proyecto dado que superaba la altura máxima permitida para el sector. Finalmente en su informe concluyó con el siguiente texto: “Edificios como este no sólo deben ser aprobados, sino que deben ser estimulados”. Todo ello se debe a que este proyecto destinaba el 87% del terreno como área libre.
El gran terreno, de casi tres hectáreas, reúne en forma ideal todas las condiciones requeridas por el proyecto de construcción, es decir, ubicación privilegiada, conformación y panoramas incomparables.

EDIFICIO CIUDADELA
Arquitectos: Raúl Sichero y Ernesto Calvo. Ubicado en la esquina de la Peatonal Sarandí y Plaza Independencia en Ciudad Vieja.
Declarado recientemente “Bien de Interés Municipal” por la IM, junto al Panamericano.
Es un conjunto habitacional y de oficinas proyectado en 1958. Si bien su altura es de 90 metros, el proyecto original medía el doble. El piso 23 es un penthouse de piso entero.
Responde a los lineamientos modernos: volúmenes bien definidos, planos vidriados, vanos apaisados, terrazas, etc.
El conjunto se compone de varios volúmenes correctamente articulados, que se apoyan sobre una galería de destino comercial. Uno de los valores para señalar de la obra: los volúmenes superiores se van adecuando con su altura a las diferentes situaciones de las cuatro calles a las que se enfrenta. Sobre Juncal, hacia espacio de la Plaza Independencia, responde con un volumen a modo de gran pantalla vidriada de 23 niveles. A nivel de calle se ajusta a la ordenación de la plaza, con una galería de tres pisos de altura definida por columnas simples de granito rojo. Sobre la Peatonales Sarandí y Bacacay, cambia la su relación con el entorno, adecuándose a una escala espacial menor y más amigable, con volúmenes más bajos y apoyándose con locales comerciales que contribuyen a fomentar el dinamismo de la zona.
Si bien se trata de una obra controvertida resulta hoy en el área un edificio emblemático con una fuerte impronta en el lugar de implantación.  Actualmente se encuentra en buen estado de conservación.
 
Bibliografía:
“Raúl Sichero” – Helio Piñón. Edicions UPC. Febrero de 2002
“Influencia de Francia en la arquitectura uruguaya” – César J. Loustau. Ediciones Trilce. 1995
Laformamodernaenlatinoamerica.blogspot.com
Inventariociudadvieja.montevideo.gub.uy

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